POEMA AL RÍO CHACAMAX
Chacamax.
(A mi amigo Reynerio, creedor del
agua clara)
Chacamax, añejo espejo
Que en tu reflejo; de viajes
viejos,
Todo se viene a encontrar.
Maestro Chacamax, en aquellos
soleados días
Contigo las sardinas aprendieron a
brillar
Y mientras te entretenías pintando
arcoíris en sus escamas;
También enseñabas a las mojarras a
nadar.
Si, en mágicas tardes de verano
De tus remansos aprendí yo a
chinchorrear.
Ah, casa de todos;
De tus sapientes consejos, supo la
piedra construir.
Magnifico Chacamax, de dónde
Si no de tus profundidades
solemnes
Aprendieron los loros a ser
verdes.
Has sido generoso con los pozos
A quienes paciente calmaste su
añeja sed
Mostrándoles los veneros de tu
sangre subterránea.
Y…
Cuando más veloz desciendes
Febril cascada o espumoso
torrente;
De tu viejo sextante aprenden las
nubes a llover.
Oh, Sabio Chacamax
Que jamás consentiste en ser
frontera
Que alguna vez hendiera
Territorio o voluntad.
Río de todos;
Con todos ríes.
Y en tu inexorable viaje; eres
común
Como un lenguaje
En donde todos habitamos.
Raudo tiempo que desde tu pétreo
nacimiento,
Nada; tus manecillas ataja.
Tampoco eres, ni has sido Pila
Bautismal
Mas en tu reflejo de clepsidra
antigua
Alguna vez la muerte
También se ha pasado a espejear.
Raúl Vera Sánchez.
Palenque, Chiapas, a 19 de Enero
de 2017.
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